Contacto cero

Desafortunadamente, las parejas cuando rompen su relación, en un porcentaje bastante alto suelen acabar mal. En el caso de la violencia no es acabar mal, sino muy mal. De manera inmediata es muy difícil reconducir las relaciones entre los adultos y entre los adultos y los niños porque las heridas abiertas lo hacen prácticamente imposible y, al final, suelen dirigir nuestros pasos.

En relación a los adultos, para ti que me estás leyendo, es mejor no tener contacto inicialmente. Delegar el contacto necesario o que sea el mínimo imprescindible y, si no te queda más remedio que hacerlo en primera persona, solo con comunicaciones que hagan referencia a hechos, nada de juicios de valor. Por supuesto, nada de segundas, terceras o vete a saber cuántas más oportunidades. Nada de volver hacia atrás, de regresar al pasado porque no te espera lo mismo, sino algo peor.

Este suele ser un momento muy delicado porque es fácil cometer errores, y yo te digo dos cosas:

  1. Es el momento en el que sí o sí estés asesorada jurídicamente.
  2. Es el momento de empezar a mirar hacia ti y hacia dentro para acabar con los patrones que te trajeron hasta aquí.

Si no lo haces así, volverás a repetir el mismo tipo de relación.

Adoptar la estrategia de contacto cero es fundamental para tu proceso de sanación. Mantener cualquier forma de comunicación puede reabrir heridas y perpetuar el ciclo de abuso. Es un acto de autocuidado y protección emocional. Al principio, puede parecer difícil y contraproducente, especialmente si sientes que necesitas respuestas o cerrar capítulos. Sin embargo, cada vez que evitas el contacto, te estás dando la oportunidad de recuperar tu poder y establecer límites saludables.

El contacto cero no solo se refiere a evitar llamadas y mensajes, sino también a eliminar cualquier forma de conexión en redes sociales. Bloquea a tu agresor en todas las plataformas posibles para no caer en la tentación de revisitar su perfil o dejarte llevar por la curiosidad de saber qué está haciendo. Este tipo de espionaje digital solo prolonga tu dolor y dificulta tu recuperación.

Recuerda que es crucial apoyarte en tu red de amigos y familiares durante este tiempo. Rodearte de personas que te quieran y te apoyen puede marcar una gran diferencia en tu proceso de recuperación. No tengas miedo de pedir ayuda o buscar apoyo profesional. Un terapeuta o un coach especializado en violencia de género puede brindarte herramientas y estrategias para mantener el contacto cero y trabajar en tu sanación interna.

Finalmente, es importante que utilices este tiempo para redescubrirte y reconstruir tu vida. Dedica tiempo a actividades que te apasionen, establece nuevas metas y trabaja en tu desarrollo personal. Este es un periodo para reencontrarte contigo misma, para sanar y para crecer. El contacto cero es una puerta que, al cerrarse, abre un mundo de posibilidades nuevas y saludables para tu futuro.

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