El amor romántico, tal como se presenta en muchas historias, suele estar lleno de obstáculos y dificultades que superar, que llega a convertirse en un amor violento. En estos cuentos, uno de los dos, a menudo él, se convierte en el héroe que rescata a su amada de su “mazmorra” particular. Al final, se espera un “y vivieron felices para siempre”.
Sin embargo, en algún momento, la realidad del cuento empieza a cambiar. Él te dice que te ama y que eres maravillosa, pero… y ahí está el problema, señala que tienes cosas que corregir para que la relación sea perfecta.
Cuando él siente que te tiene lo suficientemente “enganchada”, comienza a insinuar, comentar o incluso exigir que cambies ciertos aspectos de ti. Empieza a trazarse el amor violento; en esos momentos, ¿cómo te sientes? Piensas: «¡Tierra, trágame! ¡Menos mal que me quería! ¡Menos mal que lo nuestro era perfecto!».
Puedes llegar a pensar que, aunque hoy no te quiere del todo, quizás algún día lo haga si cambias todo lo que él desea. Pero esto genera dudas más que razonables sobre si realmente te quiere. Si hoy no te ama, ¿qué haces tú aquí? Si él no valora lo que tienes para ofrecerle hoy, ¿por qué seguir con él?
Si estás en una relación donde solo se enfocan en tus faltas, esto significa que él te considera insuficiente. Así, comienza un círculo vicioso y perverso donde te sientes cada vez menos valiosa, perdiendo fuerzas para enfrentarte a sus comentarios e insinuaciones. Eventualmente, podrías autosabotearte y dejar de ser tú misma, flotando en la relación como un corcho en el agua.
Además, si te sientes insuficiente y sigues con la relación, intentarás complacerlo constantemente, dejando de ser tú misma. Esto inevitablemente llevará a momentos en que te canses de fingir y, cuando decidas ser tú, él se enfadará, comenzando de nuevo el ciclo.
Para complicar más las cosas, con ese sentimiento de insuficiencia, sientes que necesitas sus migajas de amor para seguir adelante. Y si él te da algo de eso de vez en cuando, ¿lo tomas o lo dejas? Claro que lo tomas, porque sientes que lo necesitas.
Pero ten en cuenta que conformarte con migajas solo te lleva a sufrir, porque no es lo que realmente quieres y necesitas. El amor no debería basarse en la necesidad, especialmente como adultos. Pero eso es un tema para otro artículo, que te contaré más adelante.
Si necesitas más información o deseas concertar una cita para trabajar en tu bienestar emocional, no dudes en contactar conmigo a través del enlace de contacto de la web. Estoy aquí para ayudarte en tu camino hacia una vida más plena y auténtica.